Un centenar de jóvenes en la Asamblea JEC

Celebrada la Asamblea General de la JEC en Mollina, Málaga

«Pediste discernimiento». La primera lectura del domingo 30 de julio recuerda cómo Dios responde a Salomón tras pedir discernimiento: «te doy un corazón sabio e inteligente».

Precisamente la Juventud Estudiante Católica se ha reunido del 24 al 30 de Julio en el CEULAJ de Mollina, Málaga, para realizar un ejercicio de discernimiento: la renovación del Equipo Permanente, que ahora asumen Rubén como presidente, Raquel como tesorera (su diócesis de origen es Plasencia) y Julia como secretaria (su diócesis de origen es Mérida-Badajoz). Para ellos pedimos lo mismo que Dios entregó a Salomón, para que sus años de servicio al movimiento «den fruto y den fruto en abundancia».

Desde el movimiento se quiso agradecer a Clara y Teresa por su gran labor estos tres años como presidenta y secretaria respectivamente. Y de Chusma como consiliario del Equipo Permanente hasta su inminente renovación por parte de Manolo, sacerdote de Mérida-Badajoz, cargo que tendrá que ser ratificado por la CEE.

El nuevo equipo permanente y el futuro consiliario 

Precisamente Clara, ya expresidenta del movimiento leía la segunda lectura de la Eucaristía que reza: «Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien» y que «A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó».

También tuvo lugar la exhaustiva revisión y aprobación de los Estatutos del movimiento estudiantil y la elaboración de las Líneas de Orientación que marcarán el devenir de este grupo de Acción Católica Especializada en las aulas y en sus ambientes.

Un centenar de jóvenes, acompañados de sus animadores y consiliarios, han participado en esta semana reflexionando sobre la cultura del cuidado: el propio, el del prójimo y el de la casa común.

A través de dinámicas, oraciones, juegos, reuniones de grupo, talleres… Los jóvenes han descubierto la importancia de cuidarse para entregarse junto a otros en la construcción del Reino de Dios.

El Evangelio de la Eucaristía de envío de estos jóvenes antes de regresar a sus casas, este domingo 30 de julio, precisamente recordaba que «el comerciantes de perlas finas, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y compra el campo». Eso es justamente lo que han hecho estos jóvenes de secundaria, universidad y graduados quienes, habiendo descubierto el tesoro que es Jesucristo y sus enseñanzas, están dispuestos a apostar y comprometerse por el movimiento y por cambiar las aulas y sus ambientes, participando activamente en la transformación de la sociedad.