30 marzo 2022
Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar

El día 30 de marzo es el Día Internacional de las Trabajadoras del hogar. Cáritas quiere recordar a la sociedad el papel tan importante de estas mujeres (y cada vez más hombres), sin las cuales nuestra vida sería más difícil, así como reivindicar sus derechos.
¿Cómo ayuda Cáritas a las trabajadoras del hogar y a los empleadores?
María Pacheco Polo es la Coordinadora del programa de Empleo de Cáritas y cuenta que, cuando las familias llaman interesadas en la contratación de personas trabajadoras del hogar, se realiza inicialmente una tarea de escucha.
«En muchas ocasiones la situación se ha convertido ya en un problema familiar con una persona mayor, enferma o dependiente, ya que debemos tener en cuenta, que estas situaciones generan un estrés a los familiares, provocado ante la imposibilidad de conciliar la vida laboral con la familiar.», explica Pacheco.
Esta labor de acompañamiento es fundamental, para que conozcan el funcionamiento del programa, ayudando a las familias para asegurar los derechos de las trabajadoras y también para resolver las necesidades de los empleadores/as.
«En el momento en el que la familia muestra su interés en realizar la gestión con nosotros, procedemos a conocer las características de la oferta de empleo e informamos de las condiciones laborales que conlleva (salario, descanso -sobre todo si es en régimen interno, festivos, vacaciones, etc), en este punto, nuestra tarea es la de orientar, en lo relativo al salario y cuotas de SS, cumpliendo en todo momento con las premisas de legalidad y dignidad», cuenta Pacheco.
Tras esto, cuando la familia decide contratar, proceden a solicitar la firma del documento de LGPD de la persona interesada, el modelo de oferta de empleo para que sea cumplimentado e incluso, en ocasiones, solicitan las propias condiciones por escrito y a partir de aquí, se gestiona la oferta.
Proyecto pinzas
Cáritas Diocesana utiliza el Proyecto Pinzas, que tiene como base el acompañamiento a las empleadas de hogar para lograr mejores tasas de empleo entre las personas que quieren trabajar en el sector del empleo doméstico.
«Pretendemos ofrecer con él, un acompañamiento individualizado de la mujer a lo largo de todo el proceso, desde la acogida y la orientación laboral, hasta su incorporación al puesto de trabajo», apostilla María Pacheco, técnico de empleo. Este acompañamiento, ayuda a que la trabajadora se sienta “respaldada” y “apoyada”, afrontando la inserción laboral sin miedo ni incertidumbre.
«Hay mujeres que no son conscientes de vulneraciones de sus derechos o que no lo denuncian por miedo a perder el trabajo, por creer que no sirve para nada, por ser migrantes o por no sentirse legitimadas de hacerlo», narra María Pacheco.
Tras la acogida y la orientación y conocer la situación de la mujer que solicita empleo, se le ofrecen distintas herramientas, como la Escuela de Trabajadoras del Hogar, una formación que tiene como objetivo mejorar las capacidades de las mujeres que quieren dedicarse al trabajo doméstico, lo que les permite también entrar en contacto con otras personas de su sector laboral. La escuela está destina a grupos de entre 10 y 20 personas.
«Existe la creencia de que el ser “ama de casa” o madre, ya te capacita para el trabajo doméstico, sin embargo, es necesario profesionalizar este sector y formar profesionales. Esto logrará con mayor facilidad insertar a la persona trabajadora, responder a la empleadora y darle cada vez más valor al empleo en el hogar», sentencia la técnico de empleo.
Además del acompañamiento y la formación, Cáritas Diocesana realiza la labor de mediación laboral. Una vez recibida la oferta, se selecciona a la persona trabajadora adecuada dentro de su bolsa de empleo.
«Como agencia de colocación, nuestro trabajo es de calidad, gratuito y basado en el respeto y el acompañamiento. No existe entidad pública o privada en la localidad de Cáceres, que realice este trabajo con garantías para empleado/a y empleador/a, convirtiéndose en un referente para las familias de la ciudad», apostilla Pacheco. Una vez formalizada la relación laboral, Cáritas realiza un seguimiento para evitar situaciones de abusos laborales y conductas indeseables.
Cáritas reclama un salario justo, los descansos adecuados, el reconocimiento que merecen y un trato digno. Lo mismo que reclama la Organización Internacional de Trabajo (OIT) quien en el contexto del trabajo decente reivindica para las trabajadoras del hogar un aumento de los niveles de protección (prestación por desempleo), un reconocimiento de la relación laboral (contratos dignos), oportunidades de empleo digno e igualdad en el trato (salarios, horas, vacaciones…)
«Desde Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres, estamos orgullosos de contribuir con este proyecto a que todas estas reivindicaciones se hagan realidad en el día a día de nuestro trabajo», culmina Pacheco.
Si quieren contactar con el programa de empleo de Cáritas Diocesana, pueden hacerlo en: empleo.cdcoriacaceres@caritas.es
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