15 octubre 2022
Don Ernesto Jesús Brotóns Tena ya es obispo de Plasencia

Don Ernesto Jesús Brotóns Tena se convertía el sábado 15 de octubre en el nuevo obispo de Plasencia, poniendo fin a la administración apostólica de don Ciriaco Benavente, que ocupaba el cargo desde principios de año.
La celebración estuvo presidida por el Arzobispo de Barcelona y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Cardenal Juan José Omella, consagrante principal, y con la presencia del Nuncio Apostólico de Su Santidad el Papa Francisco en España, Monseñor Bernardito Cleopas Auza. El Arzobispo Emérito de Zaragoza, Mons. Vicente Jiménez y don Celso Morga, arzobispo de Mérida-Badajoz, acompañaron al Cardenal Omella en la consagración. También junto a una veintena de prelados, estuvo presente nuestro obispo de Coria-Cáceres, Mons. Jesús Pulido.
Al encontrarse ocupada la Catedral de Plasencia por la exposición de las Edades del Hombre, lugar propio para esta ceremonia, se eligió la fachada de la Iglesia de San Nicolás.
Antes de comenzar la celebración, el obispo electo, acompañado del Señor Nuncio Apostólico y de otros obispos, así como del Cabildo de la Catedral y del Colegio de Consultores, encabezó una comitiva que salió desde el Palacio Episcopal hasta la Iglesia de San Nicolás, con el acompañamiento de tamboriles y personas ataviadas con traje regional para expresar la acogida al nuevo obispo. En la puerta trasera del templo, Mons. Brotóns era recibido por el Cabildo, cuyo Deán, don Jacinto Núñez, le daba a besar el Lignum Crucis y le ofrecía el agua con el que luego bendijo al pueblo. A las 11 en punto comenzaba la ceremonia con el traslado desde el Palacio de Mirabel hasta el altar situado a la entrada de la Iglesia de San Nicolás, donde se traslaron desde la exposición Transitus la Virgen del Sagrario y el Cristo de los Doctores.
Con el canto del Veni Creator, tras la lectura del Evangelio, arrancaba la ordenación. La presentación del candidato, la ratificación del Papa a través de la carta o bula de nombramiento, que se leyó públicamente antes de proceder a la ordenación. La homilía, durante la cual hubo un pequeño corte de sonido que el Cardenal Omella solventó. Omella hizo un análisis de la Iglesia actual y pidió “que seamos todos testimonio en una sociedad polarizada”, pidiendo a don Ernesto que ser “un modelo para los fieles en la palabra, en la conducta y en todas aquellas otras cualidades propias del cargo”. “Sé constante”. Terminó, en un día tan especial, parafraseando a Santa Teresa de Jesús: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa”. Luego llegaron las promesas del elegido que examinaron su fe y, sobre todo, su ministerio, y el canto de las letanías de los santos, con el candidato postrado en tierra en señal de humildad y súplica. El momento central llegaba con la imposición de manos sobre el candidato y la oración de consagración. La ceremonia siguió con la unción con el santo crisma, la entrega de los evangelios, el anillo, la mitra y el báculo.
El ya obispo fue invitado a sentarse en su cátedra, donde recibió el beso de los demás obispos, como signo de pertenencia al mismo y único colegio episcopal, formado por todos los obispos del mundo en comunión y obediencia al papa. Finalmente, también se acercaron a la cátedra algunos miembros del pueblo de Dios y saludan a su nuevo obispo.
En su alocución, ofreció “mi colaboración y la de esta Iglesia nuestra en todo lo que suponga crecer en humanidad y sirva al bien común, así como en la defensa de los derechos, dignidad y vida de toda persona humana (comenzando por los más desfavorecidos), y de nuestros pueblos, sabedor de la hermosura y también dureza del mundo rural. Vivimos tiempos recios, necesitados de esperanza. Todo lo que trabajemos juntos en aras de una sociedad más justa, fraterna y humana es poco. Creo, sinceramente, que el Evangelio no deja de ser una palabra buena, significativa y provocativa para nuestro tiempo. Pido al Señor que nos haga, que me haga, hermano y servidor de los más pequeños”. Además, se comprometió a ser “pastor del pueblo”.
Al término de la ceremonia cumplió con la bendición del pueblo, que le recibió con emoción, cariño y esperanza.
Fuente: www.diocesisplasencia.org
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