Dos guineanos muy diocesanos

Pergentino y Santiago con seminaristas, compatriotas guineanos

Pergentino lleva casi dos meses al frente de las parroquias de Caminomorisco, Cambroncino y  Vegas de Coria. Oriundo de la República de Guinea Ecuatorial ha recalado en nuestra diócesis tras un convenio de colaboración misionera.

El inicio de su encargo pastoral fue algo accidentado: “Llegamos a Cambroncino a las 10:15h, y la iglesia seguía cerrada porque los fieles esperaban el toque de las campanas que no habían sonado en toda la mañana debido a la tormenta del día anterior que provocó un fallo eléctrico en la zona”.

La suerte hizo que le acompañase el Vicario de Evangelización y Pastoral, D. Ángel Martín Chapinal, quien hizo de “manitas”: “abrió la caja, tocó por aquí y por allá y las campanas sonaron, y con este toque los fieles acudieron ya para entrar a la iglesia”.

El nuevo párroco recuerda ese día de forma especial: “En la celebración de bienvenida participaron bastantes fieles de la parroquia”. Luego también estuvo en Caminomorisco y al final de la mañana. En Vegas de Coria estuvieron el mismo día y celebraban la fiesta del pueblo, el Santo Cristo.

“Era el jueves anterior, ellos lo pasaron al domingo siguiente, se despedía D. Fernando, el párroco anterior y se presentaba el nuevo párroco. Fueron cuatro los sacerdotes que estuvieron. Presidia D. Ángel, y concelebramos, el arcipreste, P. Fernando, el párroco saliente, D. Fernando y un servidor”, aclara Pergentino.

Es este tiempo en la diócesis se siente feliz porque, aunque hay muchos cambios a los que adaptarse y todavía tiene que sacarse el carnet de conducir (ya está recibiendo clases en una autoescuela), se siente parte de la diócesis.

“Noto el calor y la acogida de los fieles. Me han recibido con los brazos abiertos”. Él por su parte ha empezado a recorrer los pueblos y conocer a la gente. Es su primera tarea, también a los compañeros sacerdotes y del arciprestazgo.

Pergentino con feligreses de Cambroncino

Su compañero, Santiago Boko Lele pertenece también a la archidiócesis de Malabo, como Pergentino. “Vengo para colaborar como sacerdote en esta Diócesis hermana de Coria Cáceres. Desde mi llegada a estas tierras he sido bien acogido y de verdad me siento en casa”.

Santiago, se siente feliz: “Las palabras que reposan en el fondo de mi corazón son de gratitud a todos. Desde el obispo, los sacerdotes y los fieles cuyas parroquias he sido enviado. He sido acogido por los sacerdotes del Arciprestazgo que pertenezco”, añadía el sacerdote guineano. Irradia felicidad, y va haciéndose presente en todas las realidades de la diócesis, participando en la apertura del curso pastoral, en los encuentros…

“Me siento a gusto y al mismo tiempo con muchas ganas de colaborar pastoralmente en esta Diócesis, para el bien y el crecimiento de la misma.  A todos y a cada uno de ustedes: sacerdotes, laicos que colaboran en esta Diócesis, los cristianos de San Miguel de Palomero, Santiago Apóstol de Marchagaz, El Salvador de la Santa Cruz y Santa María Magdalena del Bronco… gracias e infinitas gracias. Dios os bendiga y os guarde en su amor y misericordia”.

Santiago con compañeros del arciprestazgo