La catedral de Coria recibe a las familias extremeñas en su jubileo

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Con el devenir de los días las fechas se institucionalizan y constituyen un momento importante dentro de la historia del hombre; hace ocho años, este día once de marzo, ha quedado grabado para la historia de España por la tragedia ocurrida en ese día en nuestro suelo: El atentado que sufrieron una multitud de personas, llegando a morir ciento noventa y dos y otras muchas que quedaron afectadas por el atentado de los trenes en Madrid.

Aunque sólo sea por la coincidencia de las fechas, y «lo entrañable» que supone, como decía nuestro Sr. Obispo, el reunir un buen grupo de padres con sus hijos, el acontecimiento en sí del jubileo de las familias en Coria tiene que hacernos pensar, que el cuidado de nuestras familias, la educación de nuestros hijos, han de hacer que vivamos más unidos y que no se produzcan más los terribles atentados, que producen tanta pena y tanto dolor.

Ya en la mañana, a las once, se reunía un grupo de familias de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz para celebrar el Jubileo de la Catedral de Coria. En el Convento del Palancar, acudían todas ellas, venidas de los distintos lugares de nuestra tierra extremeña, para más tarde, acercarse a la ciudad de Coria a ganar el Jubileo. Un primer acto fue acudir desde el Palancar hacia Pedroso de Acim en peregrinación, recordando que los cristianos somos peregrinos, que caminamos hacia nuestra Patria definitiva; allí, a los asistentes, se les invitó a la celebración de la Penitencia para, por la tarde, poder ganar el Jubileo.

Llegadas las familias a la ciudad de Coria, se acercaron a la Isla para reparar fuerzas, compartiendo sus comidas. Todo ello, ha servido para la mejor convivencia y la mejor unión entre todos, que impiden que lleguemos a los extremos de la efemérides de hoy.

Los peregrinos, llegaban a la Catedral de Coria y eran acogidos por el Sr. Obispo de la Diócesis, que les recibía por la Puerta del Perdón de la Catedral, diciéndoles que Cristo es la verdadera Puerta por donde tenemos que pasar todos los cristianos en nuestra peregrinación hacia Dios.

En las palabras de la homilía, fue donde dijo lo grato que resulta este Jubileo, porque reúne a los padres con sus hijos y dio las gracias a las tres diócesis extremeñas por su participación y a la Diócesis de Coria-Cáceres, por su organización.

Presentó las tres claves de la Cuaresma, aplicándolas a las familias, y a la vez, nos invitó a la conversión: Volver nuestro rostro a Dios y arrancar el corazón de piedra y cambiarlo por un corazón con sentimientos de Cristo:

Oración: La familia ha de rezar: «Dime lo que rezas y te diré la esperanza que tienes». Siguió invitándonos a rezar, resaltando que el alimento de la familia es la oración.

Ayuno: Ayunar de todo egoísmo, evitando todo materialismo, renunciando a aquello que nos impide tener hambre de Dios.

La limosna: dando lo que tengo, mi tiempo, mi vida, lo mejor de uno.

Después de renovar las promesas del bautismo y rezar la oración del Jubileo, el Obispo regaló un cuadro a los representantes de las tres Diócesis y saludó a las distintas familias, que habían participado, regalándoles también un libro, como recuerdo de este día.

Román Fernández Martín

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