La Concatedral acoge la ordenación presbiteral de D. Alfonso José Filiberto

EL JUBILEO DE LA CRUZ BENDITA YA TIENE SU FRUTO

El día 22 de septiembre de los corrientes, domingo, a las 17:00 h. con motivo del jubileo de la Cruz Bendita de Casar de Palomero, en la Concatedral de Santa María de Cáceres, el obispo de nuestra Diócesis, Monseñor Francisco Cerro Chaves, ordenará a un seminarista de presbítero. El Seminario Diocesano se viste de gala para este acontecimiento que alimenta nuestra esperanza de nuevas vocaciones. No podemos cejar en el empeño de fructificar, dentro de las comunidades parroquiales de nuestra diócesis, con jóvenes alegres y bien dispuestos que quieran vivir la felicidad del sacerdocio.

Durante mucho tiempo las vocacionales provenían únicamente de nuestras parroquias diocesanas, más ahora nos encontramos con el fenómeno de la globalización visible en nuestra sociedad multicultural y multiétnica. El diácono D. Alfonso José Filiberto del Castillo, candidato al sacerdocio, es una vocación con aire andaluz. Su origen es sevillano. Amante de la religiosidad popular y un gran animador de jóvenes. Tiene una marcada inclinación por el cuidado de la naturaleza. Savia nueva para tiempos nuevos. Actualmente está realizando su labor pastoral en Montánchez.

En el mismo mes de septiembre, el día 27, viernes, con motivo de la Apertura del Curso Académico de todos los centros de enseñanza diocesanos, en la Eucaristía conmemorativa del Espíritu Santo, será instituido de Acólito D. José Joaquín Ramírez Martínez. Este seminarista procede de Nicaragua, de corte latino. Su labor pastoral se ha enmarcado en el norte de la Diócesis desde Perales del Puerto a Moraleja. Es muchacho jovial y con un gran tesón evangelizador. Le gusta la música, un gran guitarrista. Está dotado de buena prédica y de esmerada corrección en el trato. Cercano y alegre.

Futuros trabajadores para la abundante mies del Señor en nuestras tierras diocesanas. Le pedimos a la Cruz Bendita que nos mande nuevas vocaciones para el Seminario, provengan de donde provengan, por la particularidad de estos tiempos, agradecidos por la generosidad de estos jóvenes que saben apostar por la felicidad que nace del servicio a los demás. ¡Demos gracias a Dios!

Miguel ángel Morán, rector del Seminario diocesano