La Pastoral de la Postconfirmación, en la que matrimonios «apadrinan» a jóvenes, culmina el curso con un campamento

Del 10 al 14 de julio se celebró en el Santuario del Castañar -Béjar el I Campamento de la Pastoral de Postconfirmación – comúnmente conocida como «padrinos»— de la parroquia de San José de Cáceres y las parroquias de Santa Elena y San Nicolás de Plasencia.

La pastoral de Postconfirmación es un servicio pastoral de acompañamiento que el Camino Neocatecumenal ofrece a todos los jóvenes confirmados de las parroquias en las que está implantado. Durante el curso escolar un matrimonio acoge en su casa cada viernes a un grupo de jóvenes para tratar cuestiones como los mandamientos o las virtudes teologales desde el punto de vista de su propia experiencia, del magisterio de la Iglesia y de la propia Escritura. Esta dinámica ayuda a los jóvenes a encontrar un marco de diálogo en el que tratar sus problemáticas actuales.

El ciclo anual culmina con un campamento que suele realizarse en una zona de montaña con jornadas en la que se combinan juegos competitivos y rutas senderistas con una penitencial, una exposición del Santísimo, el rezo de laudes y eucaristías. Todo ello aderezado con la formación sobre un tema determinado – en esta ocasión la Humanae Vitae y la dignidad del cuerpo – llevada a cabo por miembros de la Delegación de Familia de la Diócesis de Plasencia, miembros del COF de Alcalá de Henares y las propias vivencias de los «padrinos». En palabras de uno de los organizadores «el campamento es una forma adecuada de terminar el año, ayudando a que los chavales afronten el verano con las pilas cargadas de espíritu».

Los jóvenes -cerca de sesenta participaron en el campamento que viven esta pastoral destacan de ella la complicidad creada con sus padrinos y la posibilidad de hablar libremente y sin complejos de las situaciones que se encuentran en su día a día.

La postconfirmación surgió como respuesta al frecuente abandono de la Iglesia registrado en los jóvenes tras recibir el sacramento de la Confirmación. En este sentido, la experiencia de esta pastoral en otras diócesis como la de Salamanca muestra un futuro alentador con jóvenes que afianzan su compromiso con Cristo y su Iglesia.

José Félix y Consuelo, padrinos