La unidad es Jesús entre nosotros Crónica de la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos -SOUC

¡La unidad!… Todos gozan de presencia, todos sufren por su ausencia. Es paz gozo, amor, ardor, clima de heroísmo, de inmensa generosidad. Es Jesús entre nosotros». Escuchábamos estas palabras, tan hermosas como verdaderas, el último día de la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos en el acto organizado por el movimiento Focolar para orar por la unidad. Son palabras de Chiara Lubich y celebrábamos el centenario de su nacimiento esta misma semana. Nos sirven de resumen de lo que han sido estos ocho días de momentos de oración, encuentro con hermanos de otras confesiones cristianas y charlas de formación ce carácter ecuménico.

Desde que se creó la Delegación de Relaciones Interconfesionales por nuestro obispo D. Francisco Cerro se ha tenido desde el año 2008 cada día de la SOUC una actividad. Tanto es así que este año nos escogieron por este dato para contar en la Cope el día 18 a nivel nacional nuestro «ambicioso» programa.

Si la SOUC se clausuraba el sábado 25 con los Focolares de la Unidad, se abría con la Celebración ecuménica el sábado 18 en las Hermanitas de los Pobres. D. Mariano Arellano, pastor de la Iglesia Evangélica Española, con quien hemos estrechado lazos de amistad en Cristo, nos acompañaba y presidía, junto al Delegado de Relaciones Interconfesionales, una Celebración en la que se experimentaba el gozo de rezar unidos como un anticipo de la Pascua de la unidad que esperamos. Un barco de cartón entre las olas de telas azules nos recordaba el texto bíblico de este año que narra el naufragio de san Pablo camino de Roma junto a la isla de Malta en la que fueron atendidos «con una humanidad poco común». Escuchamos el testimonio sobrecogedor de un refugiado en nuestra ciudad que atravesó el mediterráneo en condiciones durísimas con la confianza puesta en Dios.

Los momentos de formación han sido tres: D. Francisco Cerro nos ha hablado en Coria sobre la oración de Jesús por la unidad -Jn 17; Guadalupe Ropero y María José Sánchez han hablado en la Casa de la Iglesia de Cáceres sobre «María en las Relaciones ecuménicas» y en Malpartida de Cáceres hemos impartido un taller parroquial sobre la unidad de los cristianos.

Cuando se descubre la importancia y la necesidad de la unidad de los cristianos para la evangelización de la humanidad, la primera acción ecuménica es la oración por la unidad y esta semana ha estado llena de momentos de intensa oración: la Eucaristías en el Convento Madre de Dios de Coria, en la ermita de la Paz con los jóvenes y en la parroquia de Malpartida; la oración con las contemplativas en el Monasterio de la Jerónimas de Cáceres y la Oración de Taizé en la parroquia de san Juan Bautista a cuyo término nuestro obispo administrador apostólico hizo el envío de dos misioneros laicos rumbo a Honduras. La confianza en el poder de la oración nos hace estar alegres y esperanzados en que hemos sido escuchados y que esta barquilla de la unidad de los cristianos, amenazada por las olas de las divisiones, proseguirá su ruta hacia la meta de la unidad visible de la Iglesia.

Es justo y necesario al concluir esta SOUC agradecer a D. Francisco Cerro su pasión por la unidad que ha dado alas a la delegación de Relaciones interconfesionales para desplegar tantas iniciativas para sensibilizar a la diócesis en el ecumenismo y tender lazos de comunión con hermanos en Cristo de otras confesiones. Ciertamente, la unidad es Jesús entre nosotros y esperamos que esta unidad se manifieste cada vez más en su Iglesia. Merece la pena orar y trabajar por la unidad. Es una alegría inmensa que nos invade cada año al terminar la SOUC.

Rafael Delgado Escolar