Mons. Munilla: «Nuestra cultura se caracteriza por vivir en una adolescencia permanentemente»

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CáCERES 10-06-2011 18:30 H.

En su ponencia de esta tarde, D. José Ignacio Munilla ha abordado la evangelización de la juventud. Considera que uno de los grandes retos de la Iglesia católica es tomar conciencia del reto de la transmisión a la fe a las nuevas generaciones. «Ahí es donde nos la jugamos» aclara Munilla. Jesús viendo a la multitud sintió que estaban como ovejas sin pastor, «tenemos que aplicar ese evangelio a aquellos jóvenes que no conocen a Jesucristo o no lo suficiente y sienten a la Iglesia lejana y no la ven como una madre». Para Munilla, la cultura de los jóvenes de España no es tan diferente. Tienen unos referentes muy similares.

«Hay que ser realistas en la transmisión de la fe a los jóvenes. Una situación preocupante pero no debe quitarnos la esperanza y la confianza«. El presente es duro pero es llevadero porque el futuro es cierto. «Dios llevará adelante a su iglesia» resalta.

José Ignacio Munilla explicó que ‘pastoral juvenil’ es un término moderno en la historia de la Iglesia, durante 18 siglos no existió y no parecía que se necesitase. San Juan Bosco, con motivo de la revolución industrial, se da cuenta de que a pesar de haber terminado la iniciación cristiana, sus necesidades eran distintas a las de los adultos, se relacionó con ellos de una forma especial «atendiendo a sus circunstancias. Así lo hizo él y también la Iglesia está cuidando ahora esa pastoral juvenil» pero «no pretendemos un método unificado para todo el mundo. No se trata de un dogma de fe.» Los jóvenes tienes unas ciertas circunstancias culturales que les condicionan. «Nuestra sociedad se caracteriza por la idolatría de la juventud. Aparentar ser joven

Y es que, «Benedicto XVI destacó que es un síntoma de enfermedad pretender siempre ser joven. Nuestra cultura se caracteriza por vivir en una adolescencia permanentemente«. Tenemos que amar a los jóvenes pero no idolatrizar la juventud «y que ellos estimen la vejez, a los adultos» apostilla el prelado.

Ha narrado algunas características más de la sociedad, un panorama de crisis que ha llevado a la secularización: un problema serio es el nivel cultural bajo, al cual Benedicto XVI se suele referir en numerosas ocasiones -refiriéndose a él como ‘alerta educativa’, porque «si hay un bajo nivel cultural también afectará a lo espiritual»; vivimos en la cultura de la inmediatez; los medios masivos de comunicación también tienen una gran influencia. El joven es solitario pero sin embargo en las redes sociales se muestran más comunicativos; hay una crisis de la condición antropológica del hombre; hipersexualización del hombre «se divorcia la sexualidad de la personalidad«…

Y luego está el fenómeno de la religiosidad laica, «está peor vista la palabra religión que la espiritualidad, parece que la espiritualidad es algo más bien subjetivo donde el hombre busca sentirse realizado en las aspiraciones espirituales». Considera que hay un auge del esoterismo y del misterio.

También se ha referido al movimiento 15M «Me parece un poco triste que para que nos juntemos a reflexionar sobre los valores de nuestra sociedad haga falta que nos toquen la cartera. Parece que mientras tengamos dinero no nos importa que nos manejen políticamente«.

Sin embargo hay datos esperanzadores para el obispo de San Sebastián, «a pesar de la que ha caído en las últimas décadas, hay datos que tienden a demostrar que la religiosidad es connatural a nuestros jóvenes y niños y va a costar mucho arrancar cualquier raíz de fe de nuestros corazones».

Ha revisado datos de los estudios recientes sobre los jóvenes de la Fundación Santa María. «Estamos viviendo un doble proceso, hay sectores de la sociedad que se secularizan y también hay un fenómeno de estar de vuelta.«. Algunos datos indican que incluso hay jóvenes que se plantean una vocación sacerdotal o religiosa.

CLAVES DE EVANGELIZACIóN DE LA PASTORAL JUVENIL

Abordó en profundidad las claves que considera básicas para la evangelización juvenil: «me parece que lo fundamental y determinante es creer de verdad que los jóvenes necesitan a Jesucristo y que el Señor busca a los jóvenes«.

La segunda clave para Mons. Munilla es la importancia del acompañamiento personal. «El valor del tú a tú. Tenemos que olvidarnos de otros tiempos. Nuestra realidad personal se esconde en el grupo, hay que llegar a su intimidad, a su vida de familia«. Ya no hay que echar redes sino «cañas» para tener una relación personal con los jóvenes.

¿Y quién debe realizar ese acompañamiento»: «Se ha dicho que hay que llegar a los jóvenes a través de otros jóvenes. Sí pero no. -… Juan Pablo II fue un gran referente -… no hay que decir, yo ya no valgo para acompañar a los jóvenes«.

Además considera que el principal problema es nuestra secularización interna. «Tendemos a descafeinar la propuesta cristiana, porque tenemos la impresión de que vamos a asustar a los jóvenes. Decimos, vamos a bajar el listón para ver si así me acepta«. La mejor forma para llegar a los jóvenes es el testimonio veraz. «Creo que los jóvenes necesitan testimonios de jóvenes enamorados de Jesucristo«.

Para el prelado, es necesario introducir a los jóvenes en el mundo del dolor y del sufrimiento. «resulta muy evangelizador porque uno de los dramas de nuestra cultura puede ser el narcisismo«. Es necesario conocer los problemas reales de la vida para relativizar nuestro ‘vaso de agua’.

Por supuesto, también considera urgente educación en el amor humano frente al hipersexualismo. «Los jóvenes desde la familia, la escuela y la parroquia deben ser educados en el amor humano -… Tenemos que perder el complejo de hablar de castidad«.

«Me atrevo a concluir con algo un poco atrevido«, Mons. José Ignacio Munilla propone tres métodos o modelos pastorales que deben aunarse para que Jesucristo llegue a los jóvenes:

SAN JUAN BOSCO: AFECTO, ACOMPAñAMIENTO PERSONAL Y CONFIANZA EN LOS JóVENES. Seguir su modelo e invertir tiempo con los jóvenes. Dar amor y cariño. Nuestra juventud tiene muchas carencias afectivas.

JUAN PABLO II: TESTIMONIO. él consideró que era necesario el Testimonio. Marcó el sello de la JMJ. Multiplicó las canonizaciones. Vivió su vejez. «algunos consideraban que eran muy mediático, él pasó por el género testimonial«.

BENEDICTO XVI: CAPACIDAD CRíTICA. Ante una cultura que tiene un exceso de motividad y carencia de racionalidad, y falta de capacidad crítica.

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