La delegación de Pastoral Juvenil ya tiene todo preparado para el próximo verano con el viaje a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa. Esta mañana se ha presentado en rueda de prensa este evento de la Iglesia universal. El obispo de Coria-Cáceres, Mons. Pulido Arriero, ha destacado que “nos afecta de lleno por la cercanía de nuestra diócesis a Lisboa, como diócesis de paso y vecina”. El prelado ha explicado que la JMJ fue una “idea luminosa” del Papa Juan Pablo II, y que hace más de 40 años que se están celebrando encuentros de este tipo. Pulido Arriero ha destacado que San Juan Pablo II fue “el papa de la nueva evangelización” que tuvo una intuición al realizar este tipo de eventos en un mundo secularizado y que las JMJ fueron un buque insignia de su pontificado y un nuevo método de primer anuncio. “Una oportunidad para llegar a los alejados o a quienes no han oído hablar de Dios”, apostillaba. “La JMJ es una experiencia fuerte y única en la vida para los jóvenes”, proseguía el obispo diocesano, y una oportunidad de celebrar un símil al Misterio Pascual, en la semana de actos de la propia JMJ, pues se realiza un Via Crucis, una Vigilia y el domingo una Eucaristía. “La JMJ tiene un nuevo método, es una peregrinación planetaria y un encuentro con el Papa” y añadía que “en la JMJ la fe entra por los pies, peregrinando”. Un evento con elementos festivos, que se traduce en un encuentro interpersonal y permite conocer amigos de todas las partes del mundo y en el que se cuida “la acogida y la participación y que provoca un encuentro con Jesús”. Una gran convocatoria y una “manifestación pública de fe” que reúne a casi 4 millones de personas: “Es posible confesar en público que uno es cristiano, sin arrogancia y sin complejos”, añade el obispo de Coria-Cáceres, quien destacaba la gran dimensión mediática del evento, del que se benefician también quienes lo siguen por los medios de comunicación en todo el mundo. “Decía San Juan Pablo II que la Iglesia está escribiendo un capítulo estupendo de su historia”. Una oportunidad única para los jóvenes por la cercanía de esta JMJ, prácticamente igual de cerca que cuando se vivió la JMJ en Madrid en 2011.