El 21 de noviembre de 2016, el papa Francisco instituía la Jornada Mundial de los Pobres, como colofón del Año de la Misericordia, pidiendo que se realizara, desde entonces, en toda la Iglesia, en el XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario. En 2022, la V Jornada se celebra este domingo 13 de noviembre bajo el lema “Jesucristo se hizo pobre por ustedes”. Nos acercamos a Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres para saber cómo se vive esta jornada.
Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres recuerda que esta Jornada refuerza su trabajo y labor diaria. Dice el Santo Padre en su mensaje que «No se trata de tener un comportamiento asistencialista hacia los pobres, como suele suceder; es necesario, en cambio, hacer un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario». Cáritas fundamenta precisamente su acción en la acogida y acompañamiento a las personas vulnerables y excluidas. Para la entidad es fundamental el empoderamiento de las personas para que defiendan sus derechos humanos en los tres ámbitos del desarrollo integral: necesidades básicas, sentido de la vida y participación social. Por supuesto, Cáritas promueve la economía solidaria a través de programas de empleo inclusivo, iniciativas de economía social, propuestas de comercio justo, el fomento del consumo responsable y el compromiso con las finanzas éticas…
El Papa Francisco recuerda que: «Cuando la única ley es la del cálculo de las ganancias al final del día, entonces ya no hay freno para pasar a la lógica de la explotación de las personas: los demás son sólo medios. No existen más salarios justos, horas de trabajo justas, y se crean nuevas formas de esclavitud, sufridas por personas que no tienen otra alternativa y deben aceptar esta venenosa injusticia con tal de obtener lo mínimo para su sustento.» Además, la entidad trabaja la cooperación internacional a través de las iglesias locales y las Cáritas hermanas y responde a situaciones de emergencias actuando, antes, durante y después del desastre, conflicto o crisis humanitaria, trabajando para mejorar la capacidad de respuesta y lograr una rápida recuperación.
Para el director de Cáritas Diocesana, la jornada supone una invitación a ser “la comunidad cristiana que queremos ser”: «Involucrándonos y no siendo indiferentes ante las distintas situaciones de pobreza y marginación. Y, como dice Francisco, “acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte del letargo en el que he caído”. Muchas veces miramos hacia otro lado con situaciones de injusticia que tenemos al lado, en nuestra propia ciudad, en el barrio.»