Historias sonoras: Mujeres que apuestan por la Vida

«Contigo por la vida, siempre» es el lema con el que se celebra este año la Jornada por la Vida. Será mañana sábado 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor. Los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida “invitan a acompañar la vida humana, la vida de cada persona, en todas las fases de su existencia, desde su concepción hasta su muerte natural, aumentando los cuidados cuando la vida es más vulnerable”.

Y enumeran las vidas “que deben ser acompañadas”. Desde la diócesis de Coria-Cáceres hemos recogido diversos testimonios que prefieren mantener su anonimato.

• Quedé embarazada en Colombia con 18 años y el padre de mi hijo, en cuanto se enteró de que estaba embarazada, se hizo a un lado. Tuve que afrontarlo sola, mi madre estuvo pendiente de mí, fue la persona que más me apoyó. Yo no planeé quedarme embarazada, pero no me planteé abortar, a pesar de que tuve algunas anécdotas desagradables por no contar con un marido al lado, que me hicieron sentir mal, como si le faltase algo a mi hijo”.

• “Tengo un trastorno bipolar. A partir de 37 años, tuve el primer brote, y aunque previamente tuve algún síntoma no lo asocié. Tras tener un segundo hijo, a raíz de una situación fuerte tuve el primer brote, perdí la memoria. Retrocedí 14 años y estuve hospitalizada, me ayudaron a recordar a mis hijos y mi vida. Estuve unos años sin diagnóstico y empecé con medicación. A partir del diagnóstico empecé a comprender mi vida y mi propia historia, aunque al principio me costó aceptarlo. Me perdoné, me comprendí a los 40 años. Ya en España empecé a tener más control sobre la enfermedad. No estoy loca, pero hay personas que no lo comprenden, por eso no suelo contarlo. No hay que estigmatizar la enfermedad y a la persona, vivir con esto es difícil pero no es algo que se elija”.

• «Yo vivía en Madrid cuando me quedé embarazada y todas las personas me decían que lo abortara, porque me iba arruinar la vida, que sola sin el padre y sin familia no iba salir adelante. Me echaron del piso donde estaba de alquiler, y fue ahí donde decidí venir a Cáceres sin conocer a nadie. Le doy gracias a Dios porque aquí conocí personas maravillas que me han ayudado muchos, mis compañeras de piso donde vivo, al Padre Ángel y también a Caritas por el apoyo que me han brindado. Salí adelante con mi embarazo. Hoy lo más hermoso de mi vida tiene 15 meses de vida y puedo decir que haber venido a Cáceres y tener a mi hija es lo mejor que pude haber hecho. Gracias a cada uno de ellos por el apoyo la ayuda que me han brindado y por estar conmigo y mi pequeña».

Nuestra diócesis de Coria- Cáceres se une a esta jornada, celebrando el próximo domingo día 26 de Marzo una Eucaristía, a las 13h en la parroquia de Ntra. Sra. de Fátima de Cáceres.

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