Octubre, mes misionero

«Dios me dio la alegría de la vocación misionera. Llevo 43 años en África y ya tengo las maletas preparadas para cuando Él quiera llamarme…» Así comienza el testimonio de Juan José Aguirre, un cordobés, obispo de Bangassou, (Centroáfrica), en la inauguración del mes misionero en Plasencia. Arropado por las tres delegaciones de misiones de las diócesis extremeñas y el director nacional de las Obras Misionales Pontificias. Bajo el lema «Corazón ardiente, pies en camino», tuvo lugar el encuentro de las delegaciones de misiones de Extremadura.

Monseñor Aguirre, animó a seguir la vida de la misión, donde recuerda que «la Eucaristía nos da la fuerza de ese corazón ardiente, también, ante las dificultades y tribulaciones, añadiendo que, ahí es donde esos pies te conducen hacia los más pobres, los más vulnerables».

Con este evento se abre el mes Misionero, un hermoso recorrido para poner en marcha este tiempo especial que regala la iglesia para sentirse misionero o misionera, como nos dice Francisco, también a la luz del Sínodo convocado por y para la Iglesia Universal,  donde se nos recuerda, que tenemos la oportunidad de que los ojos del corazón, los de la fe, la oración y el compartir generoso, se pongan en marcha para ser misioneros en cada rincón del mundo dónde queremos hacer presentes el Evangelio vivo. El Evangelio de Jesús, en el que todos cabemos. ¡Ponte en camino!

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