Primera correspondencia del Administrador Diocesano

A los sacerdotes, diáconos, seminaristas, miembros de la Vida Consagrada y fieles laicos

Queridos hermanos y hermanas en el Señor:

El pasado 29 de febrero en la Catedral Primada de Toledo tomaba posesión de la archidiócesis el que ha sido nuestro Obispo durante más de doce años. En estas últimas semanas, de una manera u otra, hemos manifestado a Don Francisco nuestro agradecimiento por su entrega sacrificada y generosa. Desde ese día nuestra Iglesia local de Coria-Cáceres se encuentra en sede vacante en espera de un nuevo Pastor. La disciplina de la Iglesia establece que si la Sede Apostólica no provee un Administrador Apostólico el colegio de consultores debe designar a un Administrador Diocesano para que gobierne temporalmente la diócesis. En la tarde del domingo, 1 de marzo, el colegio de consultores de nuestra diócesis, formado por nueve sacerdotes, me ha elegido como Administrador Diocesano en espera de un nuevo Pastor y Obispo.

Por medio de esta carta os saludo a todos en el nombre del Señor y me presento con los mismos sentimientos de san Pablo ante la comunidad de Corinto: «-… cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y este crucificado» – 1 Cor 2, 1-2. Asumo este oficio, por tanto, por obediencia a Dios y a la Iglesia, sabiendo lo que hemos escuchado tantas veces a nuestro anterior Obispo citando a San Agustín, que Dios no elige a los capacitados sino que capacita a los que elige.

Quiero dar las gracias, en primer lugar, a Dios por mi vocación sacerdotal y por contar conmigo para trabajar en su viña. Pongo toda mi confianza en él y no en mis propias fuerzas, me consuela saber que cuándo soy débil, entonces soy fuerte. También como el apóstol san Pedro, ante la pesca milagrosa, le digo al Señor: -… Señor, apártate de mí que soy un hombre pecador» -Lc 5, 8.

Quiero dar las gracias a mis hermanos sacerdotes del colegio de consultores por la confianza que han depositado en mi persona. Cuento con sus consejos y con la ayuda de todos sus miembros.

El Código de Derecho Canónico establece muy bien cuáles son las facultades, los deberes y los límites del Administrador Diocesano, con un principio general muy claro «sede vacante nihil innoventur» -vacante la sede, nada debe innovarse. Os pido que me ayudéis en esta hora de la historia que vive nuestra diócesis, entre todos podemos ir preparando el camino al que vendrá en el nombre del Señor.

Para el buen gobierno de la diócesis he creído conveniente conceder delegación general a los anteriores vicarios episcopales, Don Jesús Moreno Ramos, Don Julián Carlos Pérez Domínguez y Don ángel Maya Talavera, nombrándoles Delegados Diocesanos del Administrador y agradeciendo su buena disponibilidad.

Os pido desde este momento que oremos al Señor para que pronto tengamos un nuevo Obispo y lo recibamos con fe. En los días que la liturgia lo permite ruego a los sacerdotes que celebren la Misa «Para elegir un papa o un obispo» -Misal Romano «Misas y oraciones por diversas necesidades», animando a nuestras comunidades para que eleven oraciones al Señor por esta intención. Al mismo tiempo invito a que las comunidades contemplativas se unan a esta campaña de oración.

Hasta que tome posesión el nuevo Obispo, después de nombrar al Papa en la Plegaria Eucarística, se pasa directamente a referirse a los Pastores de la Iglesia o al orden episcopal u otra fórmula prevista en dichas plegarias.

Orad también por mí, para que el Señor me ayude en esta misión que la Iglesia pone en mis manos. Cuento con todos y os animo a seguir trabajando y poniendo en práctica las orientaciones pastorales 2019-2024 «Sal por los caminos».

Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, guíe nuestros pasos por el camino de la paz.

Mi saludo más cordial y fraterno en el Señor.

Cáceres, 1 de marzo de 2020

Diego Zambrano López, Administrador Diocesano