Sor Teresa, directora de La Milagrosa que alimenta y ayuda a los más necesitados

En la imagen, Antonio Plaza religioso franciscano de los Hermanos de la Cruz Blanca y Sor Teresa, Hija de la Caridad

Todos los días del año, una media de 60 o 70 personas acuden al comedor social de la obra social La Milagrosa, que dirige Sor Teresa, una hija de la Caridad que lleva más de 20 años dedicada a esta labor. Allí reciben comida, ropa, aseo y, sobre todo, atención y cariño.

Sor Teresa es la responsable de coordinar a las dos hermanas que trabajan directamente en el comedor, a los voluntarios que colaboran con la obra social y a los profesionales que se encargan de la cocina, la limpieza y la administración. Además, forma parte de una comunidad de once hermanas, algunas de ellas muy mayores, que viven en el mismo edificio y que también participan en la obra social de alguna manera.

La obra social La Milagrosa no solo ofrece un servicio de alimentación, sino que también tiene una ropería donde se entrega ropa y artículos de aseo a los usuarios que lo solicitan. Asimismo, intenta ser un espacio de encuentro y de acompañamiento para las personas vulnerables que viven en la calle o que son inmigrantes, y que necesitan recuperar su dignidad como personas, como hijos de Dios y como miembros de la sociedad.

Para ello, la obra social La Milagrosa trabaja en red con otras asociaciones y proyectos que promueven la integración y la inclusión social de estas personas, ofreciéndoles recursos y oportunidades para mejorar su situación. Sor Teresa asegura que su objetivo es “saciar una necesidad primaria y urgente, pero también ayudar a que cada persona se sienta valorada y querida”.

El comedor social de la obra social La Milagrosa es uno de los 108 centros de asistencia que tiene la Iglesia Diocesana en Cáceres, que atiende a más de 5.200 personas con un presupuesto de unos 6 millones de euros, de los cuales un millón se destina a la acción social.

La Iglesia Diocesana celebra su día con orgullo y agradecimiento